El Estándar WELL es un sistema de certificación diseñado para mejorar la salud y el bienestar de las personas a través del entorno construido. Su objetivo es integrar estrategias de diseño, construcción y operación en los edificios para optimizar la calidad de vida de sus ocupantes. Este enfoque responde a la creciente evidencia sobre el impacto del espacio físico en la salud, la productividad y la satisfacción laboral.
El estándar fue desarrollado por Delos Living LLC y es administrado por el International WELL Building Institute (IWBI). Su certificación es otorgada por el Green Building Certification Institute (GBCI), el mismo organismo que certifica LEED. A partir de 2018, se lanzó la versión 2 de WELL, que mantiene su base científica pero se ha hecho más accesible y flexible para diferentes tipos de proyectos.
WELL evalúa los edificios a través de 10 conceptos básicos de bienestar, los cuales contienen una serie de requisitos llamados Precondiciones (obligatorios para la certificación) y Optimizaciones (criterios opcionales que elevan el nivel de certificación). Estos conceptos cubren aspectos fundamentales de la salud física y mental en el entorno laboral.
1. Aire
La calidad del aire interior es crucial para la salud, ya que la contaminación del aire puede provocar problemas respiratorios como asma, alergias y enfermedades pulmonares. WELL establece estrategias para reducir contaminantes, mejorar la ventilación y filtrar partículas dañinas. Además, promueve el control de la humedad para evitar la proliferación de microorganismos nocivos. Estudios han demostrado que una buena calidad del aire en oficinas mejora el rendimiento cognitivo entre un 61% y un 101%.
2. Agua
El agua es fundamental para el funcionamiento del organismo y la productividad. WELL busca garantizar el acceso a agua potable de calidad mediante sistemas de filtración que reduzcan la presencia de contaminantes como plomo, cloro y microorganismos. También fomenta la hidratación adecuada, ya que incluso una deshidratación leve (2%) puede afectar la memoria y la concentración.
3. Alimentación
La alimentación influye directamente en la salud y el rendimiento. WELL promueve el acceso a alimentos frescos y saludables en el entorno laboral, como frutas y verduras, y limita la disponibilidad de productos ultraprocesados con alto contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas. También busca generar conciencia sobre hábitos alimenticios saludables, ya que una mala nutrición puede reducir la productividad en un 66%.
4. Iluminación
La luz natural y artificial influyen en el ciclo circadiano, que regula el sueño, la digestión y el estado de ánimo. WELL recomienda maximizar la exposición a la luz natural y utilizar iluminación artificial con espectros adecuados para sincronizar el ritmo biológico de los ocupantes. Una iluminación deficiente puede provocar fatiga ocular, insomnio y problemas de concentración.
5. Movimiento
El sedentarismo es un factor de riesgo para enfermedades como obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares. WELL fomenta el diseño de espacios que promuevan la actividad física, como escaleras accesibles, mobiliario ergonómico y espacios para la actividad física. También recomienda políticas para reducir el tiempo sentado en la oficina, ya que el movimiento mejora la creatividad, la interacción social y la productividad.
6. Confort térmico
La temperatura del ambiente influye en la comodidad y el desempeño laboral. WELL establece criterios para garantizar condiciones térmicas óptimas, considerando tanto factores físicos (temperatura, humedad, velocidad del aire) como subjetivos (preferencias individuales). Se ha demostrado que los empleados rinden un 6% peor cuando la oficina está demasiado caliente y un 4% peor cuando está demasiado fría.
7. Ruido
El ruido es una de las principales fuentes de distracción y estrés en las oficinas. WELL busca mejorar el confort acústico mediante estrategias como aislamiento sonoro, diseño de espacios que minimicen reverberaciones y control del ruido ambiental. Un mal diseño acústico puede generar interrupciones constantes, afectando la productividad y el bienestar.
8. Materiales
Los materiales de construcción y mobiliario pueden liberar sustancias tóxicas que afectan la calidad del aire y la salud. WELL promueve el uso de materiales libres de compuestos orgánicos volátiles (COV), metales pesados y otros contaminantes. También impulsa la transparencia en la selección de materiales para minimizar la exposición a productos peligrosos en el entorno de trabajo.
9. Mente
El bienestar mental es tan importante como la salud física. WELL incorpora estrategias para reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fomentar un ambiente de trabajo saludable. Esto incluye la creación de espacios de relajación, acceso a luz natural, contacto con la naturaleza y programas de salud mental. También busca equilibrar la carga de trabajo para evitar el agotamiento laboral.
10. Comunidad
WELL promueve la equidad, la accesibilidad y la inclusión dentro del espacio de trabajo. Fomenta políticas que garanticen igualdad de oportunidades, diseño accesible para personas con discapacidad y programas de apoyo a la salud, como asistencia médica, salas de lactancia y espacios de bienestar. Un entorno inclusivo y solidario mejora la satisfacción y el compromiso de los empleados.
Conclusión
La adopción del Estándar WELL no solo beneficia la salud de los trabajadores, sino que también se traduce en un aumento de la productividad, reducción del ausentismo y mejora en la retención del talento. Empresas que implementan WELL reportan un rendimiento empresarial hasta un 94% superior, gracias a un equipo más comprometido y eficiente.
Este enfoque de diseño centrado en las personas está transformando la manera en que concebimos los espacios de trabajo, alineando la arquitectura y la gestión empresarial con el bienestar y el éxito organizacional.